Bueno, ya estoy en el aeropuerto de Valencia, por fortuna no me han puesto ninguna objeción en el equipaje de cabina (no me gusta facturar ) y después de comprar un queso para la familia que me recibirá en el aeropuerto de Caracas, vuelo hacia Madrid .
Para sorpresa mía, en el vuelo Madrid-Caracas, el avión que tomo debió inaugurarlo Franco, porque además de estrecho, carece de pantallas individuales. Creía que ya habían desaparecido este tipo de aviones para largo recorrido. Así que, el plan de ver un montón de películas, también voló, lo dejaremos para próximos vuelos. Desde luego, según mi opinión, esta compañía podría decirse que es de las peores con las que he volado (exceptuando la de Papúa, pero al menos, en la compañía de Papúa sonreían). Nos intentan cobrar 3€ por los auriculares. Y la comida es como la de los restaurantes de tres estrellas Michelin, pero sólo en lo que respecta a la cantidad... De la calidad, pues eso...
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