Y ahora como siempre, la parte dura del viaje, dejar todo esto no va ser fácil. Son muchas sensaciones maravillosas, ver toda la naturaleza, su grandeza e increíble hermosura. Ademas he conocido, como en todos los viajes, gente que me dejarán huella, por su saber vivir, gente que ha sabido renunciar a ese consumismo que nos devora y no nos deja disfrutar de todo lo que nos rodea . Y aunque no opine como ellos en algunos temas, es gente a la que he aprendido a apreciar, a valorar y a respetar. Y de la que creo, el mundo está muy necesitado. Espero que algún día sean mayoria.
Como el vuelo salía de noche, he aprovechado para visitar el cerro de Monserrate a 3200 metros y poder divisar toda la ciudad en su amplitud. Además de hacer algún amigo que otro, como mi amigo para un futuro,Camilo 4 años
CAMILO mi último amigo en Bogotá
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